Descenso en el consumo de leche y aumento de las bebidas vegetales

La leche es uno de los alimentos cuyo consumo está disminuyendo en los últimos años. El objetivo de este escrito es: cuantificar dicho descenso, conocer los grupos sociales en que el descenso es mayor, y valorar si dicho descenso puede deberse a que la leche está siendo sustituida por bebidas vegetales a base de soja, almendra, o arroz.

Se manejarán los datos que aporta el «Panel de Consumo Alimentario» referidos al consumo en los hogares españoles. No se incluye el consumo en restaurantes o comedores colectivos.

  1. Consumo de leche

Los datos corresponden a lo que el Panel denomina “leche líquida”, que excluye otras presentaciones comerciales como la leche en polvo o condensada cuyo consumo es irrelevante. Igualmente se refiere a la leche de vaca, ya que la de otras especies como el ovino o caprino también tiene un consumo muy escaso.

Durante el año 2022, los hogares compraron 3.026 millones de litros de leche por los que abonaron 2.524 millones de euros. El precio medio por litro de leche fue de 0,83 euros el litro, y el consumo per cápita de 65,4 litros al año.

En su mayoría, es leche de “larga duración” o esterilizada, frente a la leche pasterizada o cruda que tienen un consumo muy escaso.  Dentro de la leche esterilizada, la más importante es la semidesnatada (29,8 litros por persona y año), seguida por la entera y la desnatada. Estas cifras incluyen la leche “sin lactosa” y las enriquecidas.

El consumo de leche varía en función de ciertas características familiares y regionales. El consumo aumenta con la “edad de la persona responsable de la compra”, de forma que mientras en los hogares donde esta persona tiene menos de 35 años se consume 42,9 litros por persona y año, en aquellos que tiene más de 65 años el consumo asciende a 92,1 litros. El mayor consumo de leche parece ligado a familias más envejecidas.

Se llega a una conclusión semejante si se analiza el tipo de familia. En este caso, mientras las familias “joven independiente” (personas menores de 45 años que viven solas), consumen 67,2 litros al año, y las “parejas jóvenes sin hijos” consumen 46,7 litros, las familias “adulto independiente” (entre 45 y 65 años que viven solas) consumen 87,2 litros, mientras que las “retiradas” (una o dos personas mayores de 65 años) consumen 96,1 litros.

Consumo per cápita de leche según el tipo de familia
Gráfica 1. Consumo per cápita de leche según el tipo de familia

El consumo de leche también guarda relación con la comunidad autónoma de residencia; con la cultura gastronómica regional. En este caso, se detecta que en las regiones con un clima más propicio para el pasto, para el ganado vacuno, el consumo de leche es mayor:  Asturias (91,9 litros), Castilla y León (90,8), Navarra (82,4), País Vasco (80,2), y Galicia (79,6). Por el contrario, en las comunidades autónomas del mediterráneo y las islas, el consumo es menor: Andalucía (55,4), Cataluña (55,5), Baleares (56,3), Comunidad Valenciana (57,3), Murcia (60,4) y Canarias (60,5).

2. Evolución del consumo de leche

El consumo de leche se ha ido reduciendo de manera continuada. En los últimos 6 años, entre el año 2016 y el 2022, el consumo per cápita ha disminuido un 10,3%, lo que representa una reducción anual media del 1,7%. Esta tendencia sólo se alteró en el año 2020 ante las dificultades del consumo extradoméstico como consecuencia del Covid.

Evolución del consumo per cápita de leche
Gráfica 2. Evolución del consumo per cápita de leche

Este descenso ha sido más intenso en ciertos sectores de la población, como las familias donde la persona responsable de las compras tiene menos de 35 años (entre el 2016 y el 2022 ha disminuido un 23%), y entre las familias formadas por una pareja menor de 45 años y sin hijos (un 19%). Este descenso es más acusado al disminuir la edad de la persona responsable de las compras. De esta forma, es entre las familias más jóvenes, que es donde menos leche se consume, las que más están reduciendo su consumo.

Evolución del consumo per cápita de leche según la edad de la persona responsable de las compras
Gráfica 3. Evolución del consumo per cápita de leche según la edad de la persona responsable de las compras

3. Razones del descenso en el consumo

Las razones de este menor consumo de leche parecen variadas, aunque no se debe a su encarecimiento. De hecho, tal como se ve en el informe “Consumo de leche y productos lácteos 2022”, es un alimento cuyo precio ha ido bajando a excepción del año 2022 en que subió como consecuencia de la inflación.

El descenso en el consumo de leche puede deberse a un cambio en la percepción sobre sus consecuencias en la salud: que ya no se vea como un alimento necesario para seguir una dieta adecuada, o que se crea que puede sentar mal, por ejemplo. Son el tipo de razones que apunta el “Monográfico plant based”, sobre la dieta vegetariana. Se indica que las principales razones para consumir estas bebidas son por salud, porque sientan mejor, y por el sabor. Otras razones posibles, continúa el estudio, como el que sean alimentos más sostenibles para el medio ambiente que los de origen animal, o la preocupación por el bienestar animal, adquieren mucha menor importancia. Se consumen, por tanto, por razones personales, de satisfacción personal, más que colectivas o solidarias.

No obstante, el descenso también podría deberse a un cambio en los hábitos alimentarios como dejar de tomar leche para desayunar, o elaborar menos postres a base de leche. Además, este descenso también podría estar causado porque la leche está siendo sustituida por las bebidas vegetales, cuyo consumo está aumentando en los últimos años. A continuación, se va a analizar la posibilidad de que se esté produciendo esta sustitución.

4. ¿ Las bebidas vegetales están sustituyendo a la leche ?

El Panel de Consumo Alimentario aporta información sobre las bebidas vegetales desde el año 2017, y en estos 5 años el consumo ha aumentado un 6,7%; una media de 1,3% al año. En el año 2022, se consumieron 5,3 litros por persona y año, y el precio medio al que se compraron fue de 1,23 euros el litro; un 48% más cara, por término medio, que la leche de vaca. No parece, en consecuencia, que estas bebidas sean una alternativa más barata que la leche.

El consumo de bebidas vegetales, también varía en función de ciertas características familiares y regionales. Aunque aumenta ligeramente al incrementar la edad de la persona responsable del hogar, pero es el vivir de forma independiente, sea joven o mayor, lo que mejor explica el consumo de estas bebidas. El consumo más elevado se da entre “joven independiente”, con 11,2 litros al año, y “adulto independiente”, con 10,9 litros. Sin embargo, quienes viven en pareja, sean jóvenes o adultos hacen un consumo entre 6,1 y 6,9 litros. Parece que estas bebidas son más bien un “lujo” al que es más fácil acceder cuando se vive solo o sola.

Consumo per cápita de bebidas vegetales según el tipo de familia
Gráfica 4. Consumo per cápita de bebidas vegetales según el tipo de familia

También hay diferencias en el consumo según la comunidad autónoma de residencia. Los casos extremos son Baleares y Extremadura donde se consumen 8,2 y 3,0 litros por persona y año. Es en las islas, y en el cuadrante noroeste del Estado, donde el consumo de estas bebidas es mayor.

Como el perfil de quienes consumen leche de vaca y bebidas vegetales no tienen nada que ver ya que no evolucionan de forma paralela ni complementaria, se puede concluir que el aumento de las bebidas vegetales no se está produciendo a costa del descenso en el consumo de leche.


Descubre más desde Sociología del sistema alimentario

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.